Jueves, 10 de noviembre de 2005
por Daniel Mojica
Obra: LA ZORRA Y LA TRAMPA
(Versión libre basada en la adaptación de M. Kartun y D. Amitín de "Volpone o el zorro" de Ben Jonson)
Dramaturgia: Nicolás Vilnitzky.
Dirección: Andrés Sahade
Elenco: Rosario Alfaro, Irene Bazzano, Catalina Collardin, Micaela Fariña, Pilar Murano, Victoria Oliveros, Sebastián Pomito, Antonella Querzoli, Luis Tenewicki, Nicolas Vilnitzky.
Vestuario: Belén Bolzán, Clara Carranza, Guadalupe Gallardo y Carolina Travi.
Sala: I.F.T. – Boulogne Sur Mer 549
El arte suele tener aristas inesperadas. Una obra escrita en 1606, en Gran Bretaña, refleja casi a la perfección el espíritu de la década que va de 1990 a 1999 en la Repùblica Argentina ¿Serà que el ser humano no ha cambiado tanto en ese tiempo? ¿O serà ese especial tipo de ser que reencarna una y otra vez con las mismas características?
Lo cierto es la habilidad del artista, en este caso poeta y dramaturgo, para plasmar esa realidad y que uno lo sienta vigente a travès del tiempo. Dicen que eso sucede con las obras de arte, que no tienen fecha de vencimiento. Esto es lo que pasa con esta magistral creación de Ben Jonson, que para no desentonar, en esta versión libre, el director Andrés Sahade y sus virtuosos intérpretes nos regalan dos horas y media de deleite. En la forma de maravillosas actuaciones tanto en la faz actoral, cuanto en la musical-instrumental.
Cada uno de los cinco actos de esta comedia brilla con luz propia. En ella se muestran las miserias a las que son capaces de llegar ciertas personas por ambición. Por el ansia de poseer riqueza y bienes materiales.
La historia es sencilla. Volpina finge e star al borde de la muerte para recibir regalos y dádivas de sus primas que quieren ser ùnicas herederas de la fortuna de Volpina, quien ayudada por su criada Mosca, urden intrincados planes para incrementar la fortuna de la supuesta enferma.
Asi desfilan Bulebú de Trebui, Pécora, y Santoiena. Cada una a su manera intentan influir en la enferma a travès de Mosca, creyendo que han comprado su voluntad con ciertos presentes, para convencerla que firme el testamento a su propio nombre, como ùnica heredera. También está el Dr. Wolf, especialista en casarse con mujeres moribundas, enviudar y heredar.
Con cada uno de ellos Volpina y la fiel Mosca harán uso de su ingenio y creatividad para envolverlos siempre y cada vez más. Pero Volpina, quiere además recibir los favores del muy dotado esposo de Pécora, Magnus. Quien es celosamente resguardado por la esposa. Allì se produce un punto de inflexión que puede ser peligroso para los intereses de Volpina. Mosca se lo advierte a su patrona, quien no le hace caso y siempre sube su apuesta un poco más.
A partir de entonces las cosas se empiezan a complicar, hasta llegar al ¿inesperado? final.
Excelentes actuaciones de un elenco sin fisuras, donde me permito destacar a Micaela Fariña con su excepcional interpretación de Mosca, Antonella Querzoli como Volpina y Sebastián Pomiró como Magnus.
Impecable dramaturgia, sutil y funcional la escenografía y muy bueno el vestuario. Para resaltar la música y quienes la interpretan.
Para no dejar de verla.
Daniel Mojica
http://www.elmurocultural.com.ar/Criticas/Teatro/ccriticateatro194.html